sábado, 1 de agosto de 2009
El entierro.
El cielo estaba despejado y a lo lejos se escuchaba el sonido de autos que pasaban a toda velocidad por la autopista. Las cabezas estaban todas bajas, excepto la mía, que observaba a todos y a todo. Siempre tuve problemas con los entierros, ya que me incomodan. Me siento raro ante la muerte. No hablo de la ausencia, sino todo lo contrario. Me refiero al aspecto tangible de la muerte: el cadaver, el llanto, el féretro, el pozo, la despedida, el puñado de tierra que le echan al muerto, las flores. Es como si le quisiéramos dar forma a la nada. Todo debe "ser", incluso la muerte.
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posta es verdad,igual creo k lo k mas duele es la ausencia,pero ke va a ser ...no puede ser ya.salute!
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